Alimentación infantil de forma respetuosa.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve activamente la lactancia materna, ya que es la mejor forma de aportar a los bebés todos los nutrientes que necesitan para su desarrollo y su crecimiento de una forma saludable.

La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida. A partir de entonces, podemos empezar a ofrecer alimentación complementaria, respetando siempre el tipo de alimento adecuado y recomendado a cada etapa, y manteniendo la lactancia materna hasta los dos años, o más.

“La lactancia materna es mucho más que comida. Es una forma de relación física y afectiva, es contacto frente a soledad, consuelo frente a tristeza, seguridad para descubrir el mundo, anestesia para el dolor. Es también un complejo sistema de protección  inmunitaria. Casi por casualidad resulta que, además, alimenta.”

- Carlos González. Revista El mundo de tu bebé. Septiembre 2011.

A partir de los seis meses (aproximadamente) de edad se puede empezar con la alimentación complementaria. Aunque el alimento principal del bebé sigue siendo la leche, sea materna o de fórmula. Por eso no debemos preocuparnos si no come. El bebé está perfectamente nutrido con la leche.

Los cereales artificiales no son un alimento saludable, ya que contiene gran cantidad de azúcares.

Si a partir de esa edad queremos empezar con Baby-Led Weaning (Alimentación complementaria autorregulada por el bebé) será siempre y cuando el bebé esté preparado, respetando su desarrollo, y el adulto esté seguro de iniciarlo.

Con el Baby-Led Weaning (BLW) el bebé aprende a disfrutar de la comida de una forma saludable.

El momento de la comida es un momento social en el que todos los miembros de la familia deben ser partícipes. En la medida de lo posible (dependiendo de los horarios) comemos todos juntos y comemos los mismos platos (para los bebés adaptados).

Los niños/as aprenden por imitación. Si ven que los adultos comen cosas diferentes, ellos/as van a querer esos platos.

El BLW es la mejor actividad de Estimulación sensorial que existe, ya que se activan los cinco sentidos a la hora de experimentar el alimento. Pueden manipularlo con libertad, descubrir su olor, su color, su sabor, la temperatura, etc. Permite reconocer texturas muy diferentes y la forma natural de cada alimento.